Chopin.

27 junio 2014





Sonreí contigo un día bajo el tronco de aquel árbol desnudo, pegada a ti, sentí el calor exacto, el amor perfecto…
Nuestras ropas caían, como las hojas del árbol,  desnuda entre tus brazos, como rama que espera el alba, me condujiste a tu cuerpo, con manos suaves y tierno aliento… me abracé a ti, y después de aquellos besos, todo fue sueño, amor sobre fuego,  hojas flotando al viento, que al caer, crujían bajo nuestros cuerpos desnudos.
Y te sentí al norte, al sur, pero gozoso, indefenso, y rendido a mi cuerpo.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...