Sonreí contigo un día bajo el tronco de aquel árbol desnudo, pegada a ti, sentí el calor exacto, el amor perfecto…
Nuestras ropas caían, como las hojas del árbol, desnuda entre tus brazos, como rama que espera el alba, me condujiste a tu cuerpo, con manos suaves y tierno aliento… me abracé a ti, y después de aquellos besos, todo fue sueño, amor sobre fuego, hojas flotando al viento, que al caer, crujían bajo nuestros cuerpos desnudos.
Y te sentí al norte, al sur, pero gozoso, indefenso, y rendido a mi cuerpo.
Nuestras ropas caían, como las hojas del árbol, desnuda entre tus brazos, como rama que espera el alba, me condujiste a tu cuerpo, con manos suaves y tierno aliento… me abracé a ti, y después de aquellos besos, todo fue sueño, amor sobre fuego, hojas flotando al viento, que al caer, crujían bajo nuestros cuerpos desnudos.
Y te sentí al norte, al sur, pero gozoso, indefenso, y rendido a mi cuerpo.