La distancia se interpone a nuestros cuerpos, pero mi mente nocturna, febril... me lleva hasta tu lado.
Brilla la luna, que ilumina el campo de mi cama, silencio y soledad, que claman por tu ausencia.
Intento tocarte, mecerte, hacer tuya mi vida, dedicarte poemas, con mano desfallecida… mientras las tuyas suaves, tímidas y osadas, corren lentas, rápidas... por donde yo quiero que vayan