Rasgo las alas que me prenden, y me hacen ser un ángel. Me libero de la prisión de los sentidos y suelto las amarras en las palabras que escribo.
Me guío por los caminos de la emoción y en cada gesto, salgo del sueño que me envuelve y grito al silencio que te siento, aquí en mí, te invento.
En las palabras, un gemido, en el mirar una suplica, en la piel el deseo, estás en cada sentido, en cada caricia, en cada beso.
Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...
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De forma muy sencilla, pero con voz nítida y fuerte, quisiera decir que tenemos la necesidad de vivir en paz con los de...
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Hay momentos cuando el mundo se detiene y me quedo sola en silencio y mi mente se aquieta sÓlo entran en ella pensamientos, sensaciones que ...
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Recuerdo todavía mis miedos antes de mi propio casamiento, de las preguntas acerca de la convivencia, del desgaste, de los probl...