Chopin.

20 septiembre 2018

Te pertenezco como le pertenece la arena al mar, como le pertenece la lluvia al invierno y, las hojas secas al otoño.
Te pertenezco como la sangre le pertenece al cuerpo y las nubes al cielo. Así, te pertenezco.
Tal y como le pertenecen las flores a un jardín y la luna a la noche
Como le pertenece la fé a un peregrino, como las espinas le pertenecen al tallo de una rosa.
Te pertenezco entera centímetro a centímetro, cada poro de mi piel te pertenece, cada latido, cada suspiro, cada mirada, cada sonrisa...
Te pertenezco en cuerpo y alma en vida y aún en la muerte te seguiré perteneciendo.
Te pertenezco en deseo, en pensamiento, en palabras y en silencios.
Te pertenezco como el insomnio a la noches y el café a las mañanas, como el viento a las aves y la tierra a los caminantes.
Espero que ahora si puedas entender a lo que me refiero cuando te digo que soy tuya.



Te doy mi amor, mis sueños, mis abrazos y mi piel, mis momentos, mis recuerdos y mis silencios.
Te doy mi llanto y mis risas, mis motivos y excusas, mi corazón, mi alma y mi espíritu andante, mi certeza y mi incredibilidad, mi realidad y mis fantasías.
Te doy mis letras y mis frases, esas que lees y te complacen,mi amargura, mi ternura y mi esencia, mis penas y mis armonías, mis fracasos y mis aciertos.
Te doy mis tristezas y melancolías, te doy las satisfacciones de mis días, mis logros obtenidos y mis fracasos dolidos.
Te doy mis emociones, mis fantasías y mi cabeza cabizbaja sin alguna ilusión, mis momentos a solas, abatida por la soledad y mis momentos extasiados.
Te doy mi mirada perdida y mi sonrisa presumida, te doy un motivo para que te quedes y la tenacidad para que me sobrelleves.
Te doy mis noches largas, inundadas de soledad y te regalo el firmamento cargado de estrellas.
Te doy todo lo que tengo, todo lo que me complementa y si algo ha faltado te lo entrego una noche cualquiera, con luna llena y velones a la orilla del mar.

17 septiembre 2018

Cierra la puerta y apaga las luces, hoy nuevamente ha llegado nuestra hora.
Si... nuestra hora. La hora en que nos amamos, la hora en que puedo decir "eres mío y soy tuya".
La hora que me das dos o tres veces a la semana para sentirme amada y para amarte como sólo yo sé y puedo hacerlo.
Cierra la puerta que no quiero desperdiciar ni un solo minuto de nuestro tiempo, de esta hora tan frágil y tan corta.
Cállate! No quiero escucharte. Sólo estoy sedienta de tu cuerpo, de tus besos... de ti.
Hoy quiero besarte de tal manera que siempre recuerdes el por qué decides buscarme, quiero penetrar mis caricias no sólo en tu cuerpo sino también en tu alma, quiero marcar el camino de las huellas de mis manos en tu cuerpo, quiero hacerte cosas que nunca nadie te ha hecho, quiero olvidarme que te amo y convertirme en tu verdadera amante.

Entra! cierra la puerta y apaga la luz.
Hoy quiero demostrarle a la lujuria que no es nada ante mi forma de hacerte el amor, quiero sentirte mío para siempre... para siempre.
Aunque al terminar  nuestra hora mis brazos se inunden de nada y mi cuerpo tiemble de frío, quiero adueñarme de tu ser  aunque al acabar nuestra hora me quede vacía y llorando.
Entra y disfruta. Nuestra hora apenas comienza.


14 septiembre 2018

Dile a la tristeza que no la extraño, que soy mas fuerte desde que ella no está, que no vuelva, no la necesito.
Dile que aprendí a sonreír, no sólo al público, si no que también al espejo, dile que me veo mejor sin ella, que me hice amiga de otros sentimientos, dile también que ya no tiene poder sobre mí.
Si ves a la tristeza dile que me he trasladado a un mundo nuevo, que no me busque, porque no me va a encontrar, dile que no pierda su tiempo en tratar de alcanzarme de nuevo, dile que siga vagando, buscando otro cuerpo débil donde posicionarse, que el mío ya no le pertenece, dile que hace tiempo que ya dejé de ser su cómplice.

11 septiembre 2018

Estoy triste esta noche porque todo lo nombra, porque él está lejos y lo siento aquí tan cerca, porque
siento en la brisa el temblor de sus besos, porque siento su voz que me llama en la sombra.
Estoy triste esta noche porque tiemblan las rosas, porque llora la luna, en el cielo infinito agoniza
una estrella y en su cáliz dormido una flor se sonroja.

Esta noche estoy triste por eso en mis versos una pena muy grande en las ondas se agita, yo no se si
la angustia llegará hasta mi pecho, mientras llora la luna con sus lágrimas tímidas.

08 septiembre 2018

Quiero enamorarme de un hombre, pero, de un hombre de verdad. Que esté seguro de sí mismo y no tengas trastornos de complejidad.
Un hombre con carácter de rey y ternura de niño, con la sabiduría de un anciano y el amor de un hijo.
No quiero un hombre con aires de señor, que venga con celos absurdos a prohibirme ser feliz, quiero un hombre de verdad, que me acompañe a soñar, que sepa que aunque estoy con él no soy de su propiedad y que soy yo quien elije que camino andar.
No quiero un hombre que aún traiga en su ser heridas de amores pasados, quiero uno que esté sano, completo y listo para amar, quiero uno de esos que te inspiran a ser mejor, sin caer en la monotonía, aún haciendo todos los días el amor.
Quiero enamorarme de un hombre de verdad, que sepa de caricias y canciones bonitas, que sepa dar abrazos y hacer caricias.
No quiero un hombre machista, de los que se creen rey en castillos que otros han construído, no quiero uno que le guste tener control sobre mi cuerpo y decisiones.

No quiero uno de esos inmaduros, que no saben tratar y que creen que con dinero todo lo pueden comprar, porque mi amor y mi tiempo no están en venta, tampoco rento mis abrazos y mucho menos mi cuerpo.
Quiero enamorarme de un hombre, que baile conmigo al son del amor,que no ponga reglas de atención. Quiero enamorarme de un hombre que no corte mis alas, quiero enamorarme de un hombre de verdad. ¿Es mucho pedir?

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...