...y es que siempre estás en mí, en cada verso de mis poemas, en mis palabras y en mis silencios, en mis días y en mis noches, en mis sueños y en mi despertar, en cada uno de mis poros y lunares, bebiendo cada sorbo de mis besos, paseando tus dedos por mi cuerpo.
Y es que siempre te llevo en los latidos de mi corazón que te van pronunciando mis verbos.