Chopin.

24 febrero 2019

Experiencia



Fui esclava de pintarme el pelo y cuidar mi cara, pero, mirándome al espejo debo confesar que me siento muy bien así, natural, porque me recuerdan constantemente que mis lágrimas y mis risas no han sido en vano, que cada cana y cada arruga tienen su historia.
He vivido, he reído y he llorado!
Sin embargo, a pesar de esto, considero que el gran cambio que los años aportaron a mi vida, se ha producido en mi alma.
Los años me enseñaron a priorizar, a conciliar con el amor, a agradecer el regalo de la amistad, confieso que un beso de mis hijos, la sonrisa de mis nietos o una celebración familiar, producen más luces en mi vida, que la más brillante constelación de estrellas!
Los años que han pasado también me han demostrado, que mis amig@s han iluminado mi camino en algún momento y en algún lugar, sin importar el tiempo y la distancia.
Que l@s verdader@s siguen aquí y l@s que se fueron es porque simplemente cumplieron su proceso.
Los años han pasado y la realidad de mi vida ha ido cambiando.
Aunque mi cuerpo físico esté envejeciendo, mi alma sigue joven.
Mi época de inseguridades y de correr tras la vida ya pasó.
He caminado lo suficiente para entender, que no puedo y no quiero vivir de apariencias.
También comprendí, que no debo más que sentir agradecimiento por haber tenido el privilegio que mis amig@s me eligieran como acompañante en su ruta por la vida.
Con todo esto, vivo mi realidad día a día, entendiendo que es tiempo de asumir las experiencias y que no importa lo que pase con mi cuerpo físico, las circunstancias actuales de mi vida están centradas en lo que pase con la juventud de mi alma.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...