Chopin.

03 junio 2014

NOCTURNA



Me robaste un beso dulce, pensado... que dejó mi boca ardiendo,  y en esa caricia, mi cuerpo tembló al rozarte.
Sentí tus manos deslizarse por mi cintura, acaricié tu corazón y en tus brazos, disfrazada de deseo, me deshice suavemente de mi timidez.
Besé con ansia el susurro que salía de tu boca... besos empapados de fuego, que interpretaban sin prisa sobre mi cuerpo una preciosa melodía.  

Llegaste hasta mi alma, te encendiste en mí,  me llevaste a la locura, a la pasión derramada  sobre esta sinfonía nocturna que nuestro amor componía.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...