Chopin.

07 mayo 2014

Ser madre es ser más allá de una misma, es saber de amores inmensos como el universo, es ser casa, guarida, colchón, almohada, manta que abriga, red que sostiene, agua que calma, es ser garantía, ciencia, prueba y error, todo junto. Ser madre es sentirse a cargo de los bienes más preciados de la vida.
Es ser testigo íntimo de la perfección humana; es no poder zafar nunca más de la finitud, es poder más por otros que por una misma. 
Ser madre es vivir eternamente agradecida.
Ser madre es el mayor privilegio de la aventura existencial. 
Ser madre es ser la naturaleza misma en expresión pura, es vivir enamorada, ser madre es tan simple y tan complejo como la vida misma, es convivir con pasiones desatadas, puras, masivas, intensas, poderosas, es vivir al ritmo del corazón, volcán en erupción permanente. Ser madre es mucho, es enorme, es intenso, fascinante, desgastante, demandante, exquisito, irrenunciable, alucinante, milagroso y hermoso.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...