Chopin.

30 mayo 2014

Dime si en las noches de soledad,  cuando la luna se asoma misteriosa  por el cristal sombrío de tu ventana, tu mano aún recorre el horizonte convulso de tu mente.
Ahí... donde mis labios con sigilo se colgaban  y tembloroso hasta el exterminio,  sudabas agitando cada milímetro de tu cuerpo.
Dime si el vello de tu nuca aún se retuerce acelerado,  cuando tu alma vaga presurosa en el erizo de las sombras,  con el deseo clavado en la punta de tu espasmo... ... Penetrar el recóndito escudriño de mis sueños,  y copular el subterráneo de mis besos.
Dime si las horas han menguado  la turgente lucha de tu cuerpo con las sábanas. Cuéntame del sudor nocturno que aún recorre tu letargo.
Muéstrame tu dedo enigmático al abrir la hendidura en el espacio de mi pecho para llevarme hasta ti... en la urgencia de tu orgasmo  que delira erizado por tu mano.
Y en el latido de tu noche, suéñame enredada en ti.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...