Chopin.

27 marzo 2014


Siempre se necesita  de alguien que nos  mire a los ojos cuando hablamos, que escuche nuestras tristezas y desiertos con paciencia y aún cuando no comprenda, respete nuestros sentimientos, de alguien que  luche a nuestro lado sin ser llamado, lo suficientemente amigo como para decirnos las verdades que no queremos oír, aún sabiendo que podemos irritarnos. 
Por eso, en este mundo de indiferentes, necesitamos de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡LA AMISTAD !. 
Que se obstine en ser leal, simple y justo. 
Que no se vaya, si algún día perdemos nuestro  oro y no podamos ser  más la sensación de la fiesta. Necesitamos de un amigo, que reciba con gratitud nuestro auxilio, la mano extendida, aún cuándo eso sea muy poco para sus necesidades. 
En ésta búsqueda, empeñemos la  propia alma, pues con una amistad verdadera la vida se torna más simple, más rica y más bella.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...