Chopin.

13 marzo 2014

¡Pues sí, amado caballero, dueño del ritmo de mis latidos, amo de los sonetos parpadeantes que nos guían el camino, sólo quiero que el amor rodee todos tus segundos, los más mínimos instantes! Si llega el día en que yo te olvide... deseo que siempre haya alguien que al regreso de las luces te reciba, en la sonrisa, en el descanso, en el deseo que siempre nos derriba, que sepa el color de tu orgasmo, que guarde el corazón de tu mirada como un salmo que revele madrugadas, que conserve el cariño de tu abrazo, que vaya con tu paso como yo, en tu noche y en la luz de tu alborada.......si no voy a ser yo... que no te quedes solo! que muero si no hay nadie contigo a la hora en que se precisan los "te quiero". .....si no vas a ser tú quien se duerma en el calor de mis dos pechos, quien me haga el amor cuando la lluvia nos empape en su concierto... quién va a provocarnos el quejido? quien va ir a secarme los cabellos? a frotarme el cuerpo húmedo y secarlo a besos, a humectarlo en cálidos alientos? ....si no vas a ser tú la luz cariñosa de mi mesa, quien arranque mi temblor con la mirada, el abuelo entretenido de los niños, la melodía de mi canto, ¿con quién ir por la playa bordeando la marea? ¡Piénselo, señor de mis trasnoches, con quién va a terminar su vida... y con quien va a terminar la mía... si está preparado para verme desnudándome el alma en otro verso... ¡Hasta cuándo y hasta dónde nos arrastra esta marca que nos llama, que se burla, que se ríe, nos vigila, nos da vueltas de carnero, nos obliga! y no me permite dar la vuelta ni entregarme a la otra melodía! ....y sigue la cadencia que trastorna mis caderas en el ritmo de tamboras y de merengue dislocado que acomoda en tiempo exacto estos excesos. ....y sigue el ritmo retumbando en tu corazón y el mío obligándonos a la orilla de la playa a guardarnos exclusiva compañía, a llorar esta distancia que fiera, nos porfía armando esta canción, tu próximo poema, bandereando nuestros nombres en secreta profecía.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...