Chopin.

31 julio 2018


Te vas, y no... no pienso detenerte, ya han sido varios días en ésta lucha y varias noches en la que mi corazón tan sólo agoniza.

Hace tiempo que ya nada es lo mismo. La llama de la pasión se apagó, nos consumimos en la rutina y tu ternura se transformó en terquedad.

Mi dulzura y paciencia perdieron la batalla y ganó el desinterés.

Te vas, y es lo mejor... hace tiempo mi corazón no se acelera al escuchar tu voz, y mi cuerpo no vibra al acercarte.

Hace mucho, mucho tiempo mi espíritu firmó un pacto con la soledad, ni él te extrañaría ni ella sería tan bestial.

Como ves, ya no es necesario deleitarnos en excusas baratas, culpando factores ajenos a una relación, pues el tiempo, el trabajo y el estrés siempre han existido.

Te vas, y ya no hay lágrimas en mis ojos ni penas en mi alma, pero también espero que tú estés bien. Pues aunque te falta valor para admitirlo yo siempre supe que el mayor anhelo para ti ha sido por el mundo volar, anda y ve... disfruta tu nueva vida, y no pienses que yo quedo atrás, porque yo no he perdido, te lo aseguro, yo voy a la par, yo también voy en camino, yo también iré en búsqueda de mi felicidad.

Te vas, y te veo tan confundido. anda cariño! que aquí ninguno ha perdido, los dos ganamos experiencias y curamos nuestras penas.

Ya no hay tiempo para lamentos, ni espacio para arrepentimientos.

Te vas, y aunque te vas triste y melancólico, ni siquiera pienses en regresar, porque cuando voltees a mirar, ya no estaré... ya me habré ido también.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...