El día 8 de enero sufrí un accidente, una caída que me causó una grave fractura en la muñeca derecha, de la que aun no me recupero, pues desarrolle el Síndrome de Sudeck.
Durante todo este tiempo he tenido que acudir a consultas de traumatología y fisiatría, además debo asistir diariamente a recibir sesiones de rehabilitación en el Servicio Clínico de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital del Salvador.
En tiempos donde las quejas en los Hospitales son muy frecuentes quiero dejar constancia de la profesionalidad y el buen hacer de los profesionales de ese Servicio.
Quiero agradecer públicamente a la kinesióloga doña Maricela Wilstermann, a la Terapeuta Ocupacional, doña Marcela Mallea y, al grupo de profesionales que allí laboran, no solamente por el trabajo que realizan a diario, si no que por el buen ambiente que allí reina, donde el saludo va acompañado de una sonrisa y del interés por la evolución de las lesiones, tienen un don extraordinario y una habilidad especial, trato amable y sonriente y una voz que transmite confianza y seguridad.
Durante todo este tiempo he tenido que acudir a consultas de traumatología y fisiatría, además debo asistir diariamente a recibir sesiones de rehabilitación en el Servicio Clínico de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital del Salvador.
En tiempos donde las quejas en los Hospitales son muy frecuentes quiero dejar constancia de la profesionalidad y el buen hacer de los profesionales de ese Servicio.
Quiero agradecer públicamente a la kinesióloga doña Maricela Wilstermann, a la Terapeuta Ocupacional, doña Marcela Mallea y, al grupo de profesionales que allí laboran, no solamente por el trabajo que realizan a diario, si no que por el buen ambiente que allí reina, donde el saludo va acompañado de una sonrisa y del interés por la evolución de las lesiones, tienen un don extraordinario y una habilidad especial, trato amable y sonriente y una voz que transmite confianza y seguridad.