Me dolía el cuerpo de no tener tus caricias, me faltaba el aire de no tomar tu oxígeno. Y me abrazaba a tu ausencia, al silencio de mis días, a las sombras de mi alma, a la soledad de mi refugio. Y te tenía entre mis versos dibujando sentimientos, y en la piel de mis sueños, respirando el deseo.
Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...
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De forma muy sencilla, pero con voz nítida y fuerte, quisiera decir que tenemos la necesidad de vivir en paz con los de...
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Hay momentos cuando el mundo se detiene y me quedo sola en silencio y mi mente se aquieta sÓlo entran en ella pensamientos, sensaciones que ...
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Recuerdo todavía mis miedos antes de mi propio casamiento, de las preguntas acerca de la convivencia, del desgaste, de los probl...