Chopin.

12 agosto 2014

Enséñame amor a descubrir el sueño dorado en el atardecer encendido de tu tierno regazo en tus sentidos, en tu respiración  ¡Gózame! que necesito ser el centro de tu ardiente morada.

Enséñame como las palabras viajan entre la niebla, que el amor es más fuerte que la rosa eterna, que no tiene horas, ni medidas y descansa donde reposa  la senda escondida del árbol que nos espera  en su dulce abrazo.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...