Enséñame amor a descubrir el sueño dorado en el atardecer encendido de tu tierno regazo en tus sentidos, en tu respiración ¡Gózame! que necesito ser el centro de tu ardiente morada.
Enséñame como las palabras viajan entre la niebla, que el amor es más fuerte que la rosa eterna, que no tiene horas, ni medidas y descansa donde reposa la senda escondida del árbol que nos espera en su dulce abrazo.
Enséñame como las palabras viajan entre la niebla, que el amor es más fuerte que la rosa eterna, que no tiene horas, ni medidas y descansa donde reposa la senda escondida del árbol que nos espera en su dulce abrazo.