Dejame llorar, deja que mis lagrimas empapen tu piel, no lloro de tristeza, es alegría dejando correr las aguas que estaban estancadas en esta alma asfixiada, la tierra abriendo su vientre descanso en ella, me alimento y me enciendo como antorcha en el firmamento.
Dejame llorar y que la luna de tus ojos iluminen mis noches de esta fría soledad que se disipa con el vaivén de tu aliento que se agarra de mis labios sedientos de besos.
Dejame llorar y que la luna de tus ojos iluminen mis noches de esta fría soledad que se disipa con el vaivén de tu aliento que se agarra de mis labios sedientos de besos.