Mi amor está hecho de melancolía. Me asomo a nuestros días por entre las estrellas del alba y tu nombre no es tu nombre, sino un cántaro de besos.
Mi amor no tiene olvido ni retorno. Tiene silencio para pensarte eternamente, y mi cuerpo sigue estallando en tu recuerdo.
Mi amor está hecho de imposibles, porque te has ido al otro lado del mundo. Y estas palabras son veleros azules donde escribo tu nombre y los lanzo al mar de tu ausencia, para que no olvides que todavía te amo desde este lado del tiempo.