Chopin.

20 septiembre 2018

Te pertenezco como le pertenece la arena al mar, como le pertenece la lluvia al invierno y, las hojas secas al otoño.
Te pertenezco como la sangre le pertenece al cuerpo y las nubes al cielo. Así, te pertenezco.
Tal y como le pertenecen las flores a un jardín y la luna a la noche
Como le pertenece la fé a un peregrino, como las espinas le pertenecen al tallo de una rosa.
Te pertenezco entera centímetro a centímetro, cada poro de mi piel te pertenece, cada latido, cada suspiro, cada mirada, cada sonrisa...
Te pertenezco en cuerpo y alma en vida y aún en la muerte te seguiré perteneciendo.
Te pertenezco en deseo, en pensamiento, en palabras y en silencios.
Te pertenezco como el insomnio a la noches y el café a las mañanas, como el viento a las aves y la tierra a los caminantes.
Espero que ahora si puedas entender a lo que me refiero cuando te digo que soy tuya.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...