Cierra la puerta y apaga las luces, hoy nuevamente ha llegado nuestra hora.
Si... nuestra hora. La hora en que nos amamos, la hora en que puedo decir "eres mío y soy tuya".
La hora que me das dos o tres veces a la semana para sentirme amada y para amarte como sólo yo sé y puedo hacerlo.
Cierra la puerta que no quiero desperdiciar ni un solo minuto de nuestro tiempo, de esta hora tan frágil y tan corta.
Cállate! No quiero escucharte. Sólo estoy sedienta de tu cuerpo, de tus besos... de ti.
Hoy quiero besarte de tal manera que siempre recuerdes el por qué decides buscarme, quiero penetrar mis caricias no sólo en tu cuerpo sino también en tu alma, quiero marcar el camino de las huellas de mis manos en tu cuerpo, quiero hacerte cosas que nunca nadie te ha hecho, quiero olvidarme que te amo y convertirme en tu verdadera amante.
Entra! cierra la puerta y apaga la luz.
Hoy quiero demostrarle a la lujuria que no es nada ante mi forma de hacerte el amor, quiero sentirte mío para siempre... para siempre.
Aunque al terminar nuestra hora mis brazos se inunden de nada y mi cuerpo tiemble de frío, quiero adueñarme de tu ser aunque al acabar nuestra hora me quede vacía y llorando.
Entra y disfruta. Nuestra hora apenas comienza.
Si... nuestra hora. La hora en que nos amamos, la hora en que puedo decir "eres mío y soy tuya".
La hora que me das dos o tres veces a la semana para sentirme amada y para amarte como sólo yo sé y puedo hacerlo.
Cierra la puerta que no quiero desperdiciar ni un solo minuto de nuestro tiempo, de esta hora tan frágil y tan corta.
Cállate! No quiero escucharte. Sólo estoy sedienta de tu cuerpo, de tus besos... de ti.
Hoy quiero besarte de tal manera que siempre recuerdes el por qué decides buscarme, quiero penetrar mis caricias no sólo en tu cuerpo sino también en tu alma, quiero marcar el camino de las huellas de mis manos en tu cuerpo, quiero hacerte cosas que nunca nadie te ha hecho, quiero olvidarme que te amo y convertirme en tu verdadera amante.
Entra! cierra la puerta y apaga la luz.
Hoy quiero demostrarle a la lujuria que no es nada ante mi forma de hacerte el amor, quiero sentirte mío para siempre... para siempre.
Aunque al terminar nuestra hora mis brazos se inunden de nada y mi cuerpo tiemble de frío, quiero adueñarme de tu ser aunque al acabar nuestra hora me quede vacía y llorando.
Entra y disfruta. Nuestra hora apenas comienza.