El hombre que se enamore de mí debe saber que yo no soy sólo cuerpo, yo soy una mujer en toda la dimensión de la palabra.
Soy como esa niña a la que muchos quisieran consentir, sin embargo soy una mujer difícil de entender, pero sobre todo debe tener claro que no soy perfecta, que cometo errores a diario, y que son esos mismos errores los que me han formado hasta ser esa mujer que muchos quieren alcanzar y, no es que sea inalcanzable, es que sé perfectamente lo que quiero, como también sé lo que no me pueden dar.
El hombre que se enamore de mí debe saber que yo no dependo de nadie, que dependo de mí, que no me quiera venir a comprar con lujos y detalles y, que sí acepto sus regalos es porque simplemente me dejo consentir.
El hombre que se enamore de mí debe saber que está frente a una mujer de verdad.
Soy como esa niña a la que muchos quisieran consentir, sin embargo soy una mujer difícil de entender, pero sobre todo debe tener claro que no soy perfecta, que cometo errores a diario, y que son esos mismos errores los que me han formado hasta ser esa mujer que muchos quieren alcanzar y, no es que sea inalcanzable, es que sé perfectamente lo que quiero, como también sé lo que no me pueden dar.
El hombre que se enamore de mí debe saber que yo no dependo de nadie, que dependo de mí, que no me quiera venir a comprar con lujos y detalles y, que sí acepto sus regalos es porque simplemente me dejo consentir.
El hombre que se enamore de mí debe saber que está frente a una mujer de verdad.