Voy, y vengo amor caminando mis nostalgias, portando un abanico de sueños que mece mis pestañas, y airea ante mí un diluvio de esperanzas.
Vierte sobre mí, colores de primavera, peinando mis añoranzas esparciendo estrellas, que en rizos de amor me acuna con caricias sempiternas.
Fíjate, que soy en tus manos como talla de bohemia, figura de sal y agua amor que te apremia, ganando plaza en tu alma sitiando tu resistencia.
Soy, acantilado de ilusiones o frágil paloma blanca, una farola que alumbra el hueco de tu almohada, la caricia que se amarra siempre a tu existencia