Chopin.

09 febrero 2014

El destino nos unió el día en que nos conocimos y tus palabras enamoraron a mi corazón, aquella hermosa noche de septiembre. Me regalaste el cielo que estaba cubierto de estrellas y la luna en todo su esplendor, en ese momento dirigí mi mirada hacia ella, entonces supe que serias por siempre el dueño de mi corazón. La brisa está cálida en esta noche de verano, me recuerda tus palabras... y las estrellas cada uno de tus besos. Olvidarte sería olvidarme ... de mi. Si tuviera que pedir un deseo, sería la oportunidad de estar a tu lado para abrazarte y decirte de frente que aún te amo. 

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...