Chopin.

17 febrero 2014

Abrí mi corazón  cuando el eco de tus susurros impregnó el ambiente  y me atrajo hacía ti... irremediablemente.  Sentí tu aroma, mezcla de dulzura envuelta en  infinita ternura,  fijé mis ojos en tu mirada de niño tan profunda y suave que pude desnudar por completo mi alma, me vi envuelta en tu sonrisa sincera, en tu voz intensa y poderosa, en tus palabras que me ofrecieron la suave quietud que necesitaba. Toqué tu piel, ese mundo de sensaciones que tantas veces inundó mi lluvia. Erizaste mis sentidos al pasar tus dedos por mi cuerpo  acariciado por tu ser y todos tus sentimientos. Convertido en mi universo me llevaste de la mano al mundo sereno  en la intimidad de mis sueños.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...