Chopin.

09 diciembre 2013

Deseos.

Estamos en la cumbre del año, la Navidad que nos llega, con su alforja de ilusión y buenos deseos, en el pecho un grito ensordecedor de voluntad por realizar, de sueños por cumplir, de metas a lograr y objetivos por alcanzar, en el camino continuan existiendo barreras, impedimentos, desniveles, resistencias múltiples que sortearemos con dificultad la mayoría de las veces pero, si las superamos sentiremos el grato sabor de la victoria y el espíritu en fiesta permanente. Navidad, su símbolo mayor: las llamas de un cirio eterno, luz y vida, conocimiento y educación, amor y entrega, dar y recibir, ofensas a perdonar, maldiciones por olvidar, amor en su máxima expresión porque llega Navidad. El camino recorrido por el año que termina nos dejó huellas en la historia personal y familiar, algunas cargadas de dobladas emociones por la magnificencia de su contenido y otras como singulares experiencias. La vida es un viaje en balsa por un río que tiene sus contornos, su frecuencia, su ritmo, su cadencia, y nosotros portadores de los remos para dar su rumbo y llegar a buen destino para felicidad de sus ocupantes, la vida en su rica experiencia enseña y castiga, glorifica y condena, razones valederas para unir voluntades y hacer que la travesía sea poblada de mensajeros de amor y paz. Con estas expresiones nacidas del corazón y la razón, dividiendo emoción y racionalidad, quiero entregar en un imaginario abrazo mis mas efusivos deseos de que se cumplan sus anhelos, se materialicen sus sueños, que triunfe en sus espíritu la bondad, la virtud, la serenidad, el florecimiento de bienes superiores en un marco de honradez, benevolencia y cortesía, para una mejor convivencia.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...