Aún concurren las horas, después de guardar tus memorias en empaques de silencios mal heridos esculpo la esfinge de tu sombra. . . que me mira como inerte con sus ojos de piedra, a veces no tengo nada que decirte ni le oculto a la noche la verdad del olvido y entonces, empiezo a destejer con mis dedos los hilares que colgando de la luna, destilan, me tropiezo a cada instante con tu ausencia, y empiezo a describir su inercia.
Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...
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De forma muy sencilla, pero con voz nítida y fuerte, quisiera decir que tenemos la necesidad de vivir en paz con los de...
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Hay momentos cuando el mundo se detiene y me quedo sola en silencio y mi mente se aquieta sÓlo entran en ella pensamientos, sensaciones que ...
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Recuerdo todavía mis miedos antes de mi propio casamiento, de las preguntas acerca de la convivencia, del desgaste, de los probl...