“La muerte es algo natural, incontrastable e inevitable. Hemos manifestado permanentemente la
inequívoca tendencia a hacer a un lado la muerte, a eliminarla de la vida. Hemos intentado matarla
con el silencio. En el fondo nadie cree en su propia muerte. En el inconciente cada uno de nosotros
está convencido de su inmortalidad. Y cuando muere alguien querido, próximo, sepultamos con él
nuestras esperanzas, nuestras demandas, nuestros goces. No nos dejamos consolar y hasta donde
podemos nos negamos a sustituir al que perdimos”