Perdámonos en caminos sin destinos, en amores sin finales.
Regálame tus caricias más ardientes y tus gestos más frecuentes.
Yo te daré la melodía de mis sentidos y mis sonrisas más cautivas.
Perdámonos en el desierto de un olvido y en la cumbre de un te amo.
Regálame tu vigor todas las noches y tu aliento en las mañanas.
Yo te daré el color de mis pupilas y la humedad de mi entre pierna.
Perdámonos en las letras de un poema y en el son de una canción.
Regálame de tu cuerpo los lunares y el aroma de tu pelo.
Yo te daré de mis labios la dulzura y de mi cuerpo las posturas.
Perdámonos... no es tan difícil lo aseguro, y si es por verte me apresuro a vencer esta distancia que separa nuestros cuerpos y aumenta el deseo de que seas solo mío y de ser siempre tuya.
Regálame tus caricias más ardientes y tus gestos más frecuentes.
Yo te daré la melodía de mis sentidos y mis sonrisas más cautivas.
Perdámonos en el desierto de un olvido y en la cumbre de un te amo.
Regálame tu vigor todas las noches y tu aliento en las mañanas.
Yo te daré el color de mis pupilas y la humedad de mi entre pierna.
Perdámonos en las letras de un poema y en el son de una canción.
Regálame de tu cuerpo los lunares y el aroma de tu pelo.
Yo te daré de mis labios la dulzura y de mi cuerpo las posturas.
Perdámonos... no es tan difícil lo aseguro, y si es por verte me apresuro a vencer esta distancia que separa nuestros cuerpos y aumenta el deseo de que seas solo mío y de ser siempre tuya.