Chopin.

29 diciembre 2014

FIN DE AÑO.

Nuevamente ya estamos deseosos de que termine un año y que comience luego el otro, seguramente porque tenemos esperanza de que el año nuevo que está a punto de llegar, sea mejor que el que se va y se cumplan ahora aquellas cosas que tanto necesitamos, este anhelo parece ser el mismo de cada fin de año.

Durante un año nos suceden muchas cosas distintas, situaciones dulces y otras amargas, algunos propósitos de años anteriores se cumplieron y otros se quedaron postergados. También es cierto que al escarbar el día a día del año que se va, encontramos instantes que debemos agradecer por haberlos vividos, no obstante, queremos más. Seguramente queremos más, porque el hombre vive de la esperanza y es bueno recordar algunos sinónimos de esta esperanza, confianza, fe, seguridad, certeza, ilusión, expectativa, anhelo, confiar, creer, aguardar, convicción, entusiasmo, etc.

Pero antes de que finalice el año, casi nunca lo hacemos, pero debiera ser necesario y conveniente al final de cada período, antes de que llegue la medianoche, reflexionemos unos minutos y hagamos un balance de los que fue este año que ya se va, pero no generalizado o superficial, ojala sea de los 365 días vividos, y revisar lo que hicimos con este año que despedimos, es un año más de vida, no deja de ser importante.

 Entonces salgamos antes de media noche al patio, al jardín, al balcón de la casa o simplemente miremos a través de la ventana de nuestra casa, miremos el camino que hemos recorrido este año que se nos va, y reflexionemos sobre lo que podemos ver de este ya viejo 2014

Creo que debemos fijarnos en tres cosas importantes y por cada una hacer un gesto y una acción,  las haré en primera persona.
 1) A quien debo agradecer por el año que se va
2) A quien debo perdonar por el año que se va
3) A quien debo pedir perdón por el año que se va.

Es probable que no haya sabido vivir, haya sido egoísta, orgullosa, quizás he ofendido a más de alguien, por esto: PERDÓN.
Antes de que acabe el año quiero pedir perdón a todos los que en este caminar de mi vida, de alguna manera herí, moleste, no me preocupe, le hice un desaire.

Quizás más de alguien, necesitaba de una respuesta, de mí ayuda y no se la di,  de una palabra de aliento y me la guarde. A algún desamparado, desolado, desesperado, triste, sin ilusión,  no le preste atención o pasé de largo, porque tenía o no tenía motivos.

Quiero pedirles perdón a todos los que le he fallado.

 Entonces, podré dormir en paz la última noche del año 2014 y despertar en el 2015 renovada para la nueva jornada de este año que se inicia.

Amigos, este año, será lo que cada uno haga con él.

De cada uno de nosotros dependerá.

Los de arriba del muro

Sin lugar a dudas, “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri, es una obra literaria que debe ser releída una y otra vez a lo largo de nuest...