Este camino que he recorrido me ha enseñado que la vida va endureciendo el alma con el roce del tiempo y la esperanza, el sentimiento duro se alarga cuando en las sombras del sendero se pierde la sonrisa.
Estos pasos inciertos lo son todo, como el que alarga el brazo buscando el sin sentido sabiéndose vacío y encuentra entre sus dedos las huellas del otoño y los copos del invierno sin voz de primavera.
Este camino que llevo bajo mis pies dejó de ser sendero en las hojas del tiempo cuando robó tus besos y se llevó tu voz y quedo sin pasaje la luz de tu presencia.