Entro en tu cama, pero no en tu corazón, soy solo deseo; y no de ti una bella ilusión.
Sólo quito tus ganas, y no desnudas conmigo tu alma, que pena siento al comprobar que mis creencias sean vanas; y sólo tu deseo a mí se conecta.
Yo ofrezco sentimiento, y tu sólo das piel y amargura, me engaño con el pensamiento; y creo que por mi sientes ternura, los dos queremos cosas distintas, tu, sólo entrar en mi cuerpo, y yo, imagino que tu esencia me roza; y al final… un inmenso vacío.