Alguna vez dejaré de ser hoguera para ser yermo silenciando mis latidos y tu recuerdo.
Gatearé los peldaños del olvido y atajaré la evocación de tu presencia dejando escurrir todos mis sueños.
Gatearé los peldaños del olvido y atajaré la evocación de tu presencia dejando escurrir todos mis sueños.
En un fugaz anhelo de volar y volar, guardaré tu sonrisa, y el calor de tus manos, como algo que ambicioné.