Chopin.

21 agosto 2013

En un mismo latido

A ti, que fuiste extensión de mi piel, de mi alma, prolongación de mi cuerpo, mitad de mi ser, guardián de mis sueños, de mis pensamientos. A ti..., te escribo, unión perfecta e infinita. Surcador de mis trazos, que sembraste con tus manos océanos rugientes en mi pecho, mar bravío de caricias raudas e inmorales que luchaban por encontrar mi desnudez, oleaje de fuego y pasión que me sacudía con sólo rozarme. Brazos, piernas, manos tuyas enredadas en mi cuerpo, locura candente que navegaban desde mis hombros hasta mi frente, desde mis pies a mi cintura, de mis caderas a mi pelo. Líneas que parecían hechas para mis líneas, que parecían el molde de mí misma, tus trazos, mis trazos, tu cuerpo y mi cuerpo. Sublime comunión ésta que nos unió en un mismo suspiro, en una misma piel, en un mismo latido.

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...