Chopin.

11 octubre 2016

MELIPILLA EN SUS 274 AÑOS.

El Gobernador José Antonio Manso de Velasco decretó, con fecha 11 de
octubre de 1742, el establecimiento de una villa en el valle de Melipilla, “para
mayor honra y gloria de Dios y servicio del Rey y bien común de sus vasallos”
.
Esta villa pasaría a llamarse Logroño de San José, en recuerdo de la ciudad
española de Logroño, tierra natal del Gobernador, pero el nombre aborigen de
Melipilla se impuso y se mantiene hasta ahora.

Nuestra querida Melipilla festeja un nuevo aniversario, deseo que la ciudad que me vio nacer y a la que tanto quiero, siga creciendo, saludo a mi hermosa ciudad en su cumpleaños, deseando que este aumento de años sea un verdadero crecimiento y no un simple envejecimiento.
Pueblo mío, pueblo amado.
Hoy, en tu aniversario, afloran en mi mente los recuerdos más queridos, que por siempre llevo guardados, como en un cofre, en lo más profundo del corazón.
El tiempo se ha detenido, tan sólo por un segundo. como en una nebulosa, se mezclan las imágenes, los momentos, las personas y, desfilan los recuerdos… recuerdos que se amontonan, recuerdos que voy juntando, recuerdos que voy enhebrando como cuentas de un collar.
Busco en mis vivencias, la luz mágica de la infancia, perdida a través de los años.
Se ilumina la mirada, al recordar… la ingenuidad candorosa y el asombro infantil, que aleteaba en mis pupilas en aquella, hermosa e inolvidable, etapa de mi vida.
Mañanas escolares: Satisfacción, gritos, alegría que despiertan ternuras e infinita nostalgia de un tiempo que pasó.
El recuerdo maravilloso de nuestras monjas y profesores: dignos, serios, respetables sin nombres en el recuerdo y la distancia, pero muy ligados al sentimiento, a la emoción y fueron el ejemplo a seguir, en el camino de la vida.
Un afectuoso saludo a mujeres y hombres melipillanos que comparten sueños, tareas, esperanzas, ideando hacer obras para bien de la comunidad y de su gente, legándonos este patrimonio estupendo que, entre todos, debemos fortalecer y alentar para heredad de las generaciones que vendrán.
Innumerables presencias con proyectos e ilusiones, que alientan el porvenir y hacen soñar con un futuro aún mejor.
Mi pueblo es querencia, también ausencias que no se deben olvidar.
Por eso, pueblo querido, donde quiera que voy llevo conmigo tu nombre, tus paisajes, tus ejemplos, tus esfuerzos, tus logros...

  Hoy quiero hablarles de alguien especial, alguien cuyo corazón lucha contra las sombras diarias. Esta persona, que tal vez pasa desapercib...